18 abril, 2024

Un corazón a puro galope

Laura Baggio, es la presidenta de la Fundación que lleva su nombre. De profesión arquitecta, hace más de treinta años está institucionalmente accionando en la defensa y la protección de los animales. No vive de eso, pero se desvive por ellos. Eso está claro.

Por María Fernanda Carabelli

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Arq. Laura Baggio, presidenta de la Fundación Laura Baggio

Laura Baggio, es la presidenta de la Fundación que lleva su nombre. De profesión arquitecta, hace más de treinta años está institucionalmente accionando en la defensa y la protección de los animales. No vive de eso, pero se desvive por ellos. Eso está claro.

Con una sonrisa cargada de realismo y orgullo desliza una afirmación: “Donde hay algún lío con animales, ahí estoy metida yo”. No recibe ayuda de ningún político y asegura que “todo es a pulmón”.

Laura, aclara que si bien, su Fundación abarca a todas las especies, actualmente está abocada a los caballos porque “en Córdoba hay muy poca gente que se ocupa de ellos”. También atiende los casos graves que afectan a perros y agrega que cualquier ciudadano puede denunciar un maltrato y pedir presencia policial.

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Baggio, cuenta que interviene en denuncias por malos tratos y comenta que ha estado en allanamientos de criaderos clandestinos, donde tenían a más de 400 o 500 perros. El trabajo no termina ahí, luego vendrán los trámites en Tribunales para que la designen depositaria judicial y demás.

«Rescato los caballos de los carreros, los recupero, les doy un destino y una vida mejor”, dice Laura con tono amable, como si reviviera esos momentos de profunda satisfacción al ver a sus cuadrúpedos de pie y a salvo.

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En este sentido, no es menor la preocupación que siente por las jineteadas, donde han muerto muchos animales y dedica muchas horas de su tiempo en gestiones municipales, provinciales y hasta nacionales para que los animales tengan una vida mejor y sin malos tratos.

Recordemos las protestas que levantó la muerte de una yegua en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María. Baggio aseguró en ese momento que » no es un hecho aislado porque ya han muerto otros animales. Inclusive ha muerto un jinete de 22 años y sin embargo es como que el show debe continuar». «Repudiamos este hecho desgraciado y también el maltrato a los animales. Se transgrede la ley Sarmiento que es de protección a los animales. Es una ley penal que dice que están prohibidos los actos públicos que maten o hieran a los animales. Otro artículo condena el sometimiento de los animales».

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Hace pocos días, Laura hizo pública la noticia de la muerte de una yegua, que agotada tiraba de un carro cargado de escombros. A las pocas horas parió a su cría prematuramente, que murió a pesar de todos los esfuerzos del veterinario.

“La cría intentaba pararse pero sus brazos eran gelatinosos. A las pocas horas murió a pesar de los esfuerzos por salvarlo”.

«Los caballos que tiran carros en la calle son verdaderas víctimas y estoy trabajando mucho con ellos. Llevo mas 760 caballos que he recuperado pero sufro porque hay tantos explotados y quisieras salvarlos a todos pero no se puede. Cuando veo un carrero con un caballo llevando mucho peso, les cruzo el auto y llamo a la policía. Ese es el procedimiento. Es secuestrado el animal y se aportan los documentos necesarios dependiendo del caso, el carrero es llevado preso o no. La idea es darle un destino mejor que no sean explotados nunca más.»

“Lamentamos darles esta noticia… ‪#‎Galán‬ no lo logró. Entre lágrimas pensamos una y otra vez sobre lo injusta que fue la vida con él. Era solo un abuelito que no merecía haber recibido todos los golpes que recibió terminando sus días tirado en una calle agonizando de hambre y frío».

“La triste vida que tuvo y que dejó rastros en cada centímetro de su piel cubierta de heridas y sangre con una desnutrición lo consumía”, publicó la proteccionista, desde su página de Facebook: Fundación Laura Baggio.

“Esta yegua llamada Sirena, no solo fue privada de su libertad. Fue privada de su alimento, de cualquier cuidado y de toda caricia. Ella solo recibía golpes”.

¿Las leyes están para no cumplirlas?

La polémica por las muertes que se producen durante las jineteadas sigue encendida cada vez que algún animal muere o, como ya ha ocurrido, un jinete.

Baggio realizó más de 10 denuncias penales, 5 recursos de amparo y lamenta que no se hizo nada al respecto.

«Todas terminaron en nada porque quien debe juzgar es un juez de Jesús María, que es un ciudadano más y viven entre la misma gente que organice en el festival».

«La ley penal 14346 que está en plena vigencia, de protección a los animales en su articulo número 7, expresa: causarle torturas o sufrimientos innecesarios. Y en su artículo 8 dice, realizar actos públicos o privados con animales en el que se maten o hieran u hostilice a los animales. Será que las leyes están para que no sean de efectivo cumplimiento”, se pregunta Baggio con conocimiento de leyes y causas.

Con respecto a las jineteadas, sostiene que no pueden ser consideradas un deporte y agrega que en Córdoba hay una ley provincial pero es una locura, porque no puede soslayar una ley nacional. “En un deporte, ambos integrantes deciden someterse a la contienda y acá, que yo sepa, el caballo no tiene discernimiento, intención ni libertad de optar estar allí, siendo sometido a diversos flagelos”.

No todas son malas.

«Propuse de manera inédita una mesa de diálogo con la gente de la organización del festival con el fin de ir implementando cambios y llegar a la jineteada cero, dice Laura con el orgullo de haber avanzado tras tanta lucha».

«La idea es que no desaparezca el Festival de Jesús María, pero se puede dar paso a disciplinas ecuestres no violentas, con caballos también pero de manera pacífica y gradual».

«Por esa razón y en 50 años, la organización del festival accedió a hacer esa mesa de diálogo y empezamos a trabajar y lograr cosas, como por ejemplo: que se disminuya el uso de la pirotecnia, el número de montas y lograr un control desde adentro, con presencia de la policía. Igualmente hay muertes, hasta un jinete de 22 años. Es un gran negocio que se escuda con el fin de ayudar escuelas pero muchas denuncian que nunca recibieron nada».

Una luz de esperanza

Caballos recuperados y puestos en libertad por Laura Baggio. “También quedó atrás la explotación”.

Quienes apoyan el accionar de ella, como de tantos otros proteccionistas que dejan su tiempo, dinero y alma en salvar animales y darles mejor vida, ven con buenos ojos cada logro, cada paso y avance.
Para quien pueda pensar que sólo se preocupa por los caballos, Laura no sólo lucha por el fin de la “tracción a sangre”. Ha defendido enérgicamente los Derechos del Niño, cuando pidió y pide a los dirigentes y representantes políticos, que también se de fin al trabajo infantil de los hijos de los carreros, se eviten accidentes en las calles y que esos carreros, tengan trabajo digno, sin poner en peligro sus vidas ni las del prójimo.

Una persona sola no puede lograr, se sabe, llenar el vacío que dejan la falta de políticas públicas, la ausencia de un estado que vaya a saber uno los motivos, no ponen fin a un flagelo que perjudica, hiere y mata- en el peor de los casos- a niños, hombres y animales.

“Cualquier ciudadano puede actuar en caso de ver o conocer hechos de maltrato o tortura a un animal. Cualquier ciudadano común puede parar un carro que va sobrecargado o que va con una yegua preñada, o raquítico y pedir presencia policial. Acá sino no nos comprometernos todos no vamos a lograr nada. Los proteccionistas no podemos estar en todos lados”.