El ex director de Operaciones de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Antonio «Jaime» Stiuso declaró ayer como testigo en la causa que investiga la muerte del fiscal de la Unidad AMIA Alberto Nisman, en medio de un riguroso hermetismo y una vigilancia extrema en las cercanías del despacho de la jueza del caso, Fabiana Palmaghini.
«Jaime» ya había cumplido más de once horas de exposición y tras pasar a un cuarto intermedio, su declaración continuó en horas de la madrugada de hoy ante la jueza, la fiscal Viviana Fein, los abogados querellantes y el letrado del imputado Diego Lagomarsíno, que lo interrogaban exhaustivamente sobre sus últimos contactos con el fallecido fiscal y los detalles de las comunicaciones del fin de semana del 17 y 18 de enero de 2015, cuando murió el ex titular de la UFI AMIA En rigor, Stiuso -cuya defensa está a cargo del abogado Santiago Blanco Bermúdez- pasó más de medio día en el Palacio de Tribunales, donde alrededor del juzgado de Palmaghini, en el quinto piso, se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad con policías de civil y uniformados, en las entradas del histórico edificio rodeado por las calles Talcahuano, Lavalle, Uruguay y Tucumán.
Stiuso ingresó al edificio muy temprano (alrededor de las 7) por la puerta del Palacio que da sobre la calle Tucumán, aunque el comienzo de la audiencia estuvo previsto para cerca de las 10.
La jueza Palmaghini, que asumió la dirección de la causa en que se investiga la muerte de Nisman, citó al ex espía para que declare de nuevo sobre el fallecimiento del fiscal, ya que ambos trabajaban juntos en la investigación del atentado a la AMIA En la primera declaración, hace más de un año, Stiuso afirmó que el fin de semana en que apareció muerto el titular de la UFI AMIA en su departamento de Puerto Madero, (el ex espía) no atendió sus llamadas telefónicas porque tenía el celular en modo vibrador.
Luego de aquella declaración, Stiuso viajó a los Estados Unidos. E n tanto, un grupo de personas, presuntamente de seguridad, intentó anoche expulsar a los periodistas del Palacio de Justicia, sin otra razón que «la inexistencia de actividad judicial», mientras, a puertas cerradas, Stiuso seguía declarando por el caso Nisman.
La Insólita situación, produjo un profundo malestar en los cronistas, algunos de los cuales directamente horas antes no habían podido ingresar al edificio. Tras el episodio creado en tomo a la presencia del espía más famoso y ahora conocido de la Argentina, se apersonó la jefa de prensa de la Corte Suprema y directora del Centro de Información Judicial (CU), María Bourdin, y ordenó que los periodistas siguieran trabajando en el lugar.
